De cara a las legislativas porteñas este 18 de mayo, el candidato definió el armado de su lista y afirmó que buscará replicar el modelo vigente en la provincia de Buenos Aires. “A nivel nacional votan a Macri o a Milei, pero cuando eligen intendentes o gobernadores, votan peronismo”, expresó.

En ese contexto, Leandro Santoro recurrió a un elogio inesperado: destacó al gobernador cordobés Martín Llaryora como una figura del “peronismo conservador” con capacidad de gestión y llegada territorial. El guiño al modelo cordobés, sin embargo, llamó la atención más por su oportunismo discursivo que por una afinidad política real, ya que ni Llaryora ni su espacio han mostrado interés en proyectarse en el escenario porteño.

La referencia pareció más un intento de captar electorado moderado que una señal de construcción política concreta. En una ciudad históricamente esquiva al peronismo, Santoro intenta posicionarse entre modelos ajenos, con guiños que por ahora no se traducen en hechos. Su desafío sigue siendo construir identidad propia en un electorado que, más allá de los gestos, pide claridad y consistencia.

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