Padres, docentes y especialistas en salud mental han encendido alarmas por el incremento de adolescentes que participan en plataformas de apuestas y juegos de azar en línea. El fenómeno crece a través de redes sociales y muchas veces escapa al control familiar.
Aunque el acceso está legalmente restringido a mayores de edad, los jóvenes logran ingresar utilizando datos falsos o cuentas de terceros.
En algunos casos, se han registrado deudas, robos dentro del hogar o problemas de ansiedad y conducta derivados de la adicción al juego.






