A pesar del contexto económico que derivó en la renuncia anticipada de Raúl Alfonsín y en una inflación descontrolada, Leandro Santoro reafirma su adhesión a esa línea política.

Durante la campaña 2025, mantiene como eje su “orgullo alfonsinista”, una definición que lo aleja del justicialismo tradicional y lo identifica con una gestión que dejó una huella crítica en la historia económica reciente.

Pese a que el gobierno de Alfonsín no logró estabilizar la economía y terminó cediendo el poder seis meses antes de tiempo, Santoro lo reivindica como su principal referencia política, tanto en entrevistas como en documentos partidarios.

Mientras algunos lo ven como un intento de Santoro por dar continuidad a la tradición progresista, otros cuestionan si, al aferrarse a ese legado, está realmente ofreciendo soluciones concretas para las problemáticas actuales de los porteños.

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