El Vaticano ha instalado la tradicional chimenea en el techo de la Capilla Sixtina, en preparación para el próximo cónclave que iniciará el 7 de mayo de 2025, con el fin de elegir al sucesor del Papa Francisco. Un total de 133 cardenales menores de 80 años participarán en este proceso. La chimenea emitirá humo negro si no hay acuerdo tras una votación, y humo blanco cuando se logre elegir al nuevo pontífice con al menos dos tercios de los votos (89 sufragios).
La Capilla Sixtina ha sido cerrada al público y adecuadamente acondicionada para el evento, incluyendo la instalación del sistema de quema de papeletas. Dos cardenales, entre ellos el español Antonio Cañizares, no participarán por razones de salud. En los días previos, se realizarán pruebas técnicas del sistema de fumatas para asegurar su correcto funcionamiento.
Durante el proceso, los cardenales realizarán dos votaciones por la mañana y dos por la tarde. Las fumatas se producirán tras cada bloque de votaciones. El cónclave se celebra casi tres semanas después del fallecimiento del Papa Francisco, y se espera que el nuevo pontífice sea elegido en un proceso que conjuga solemnidad, tradición y misterio.






