Distintos estudios confirman que tomarse descansos regulares del trabajo no solo reduce el estrés, sino que también previene enfermedades cardíacas y mejora el bienestar general. La clave está en desconectarse y disfrutar del presente.
¿Sabías que tomarte vacaciones podría alargar tu vida? Diversas investigaciones científicas han demostrado que descansar regularmente del trabajo impacta directamente en la salud física y mental. Según estudios citados por Infobae, las personas que se toman vacaciones frecuentes reducen hasta en un 30% el riesgo de morir por enfermedades del corazón. Además, el riesgo de padecer síndrome metabólico —un conjunto de afecciones como la hipertensión, el exceso de grasa abdominal y los niveles altos de azúcar en sangre— puede disminuir en casi un 25%.
Pero los beneficios no son solo físicos. Tomarse un respiro también mejora significativamente la salud mental. Las vacaciones ayudan a disminuir el estrés, el agotamiento y los síntomas de depresión. De hecho, un estudio encontró que los efectos positivos de tan solo unos días de descanso pueden durar hasta 45 días después de regresar al trabajo.
Para aprovechar al máximo los beneficios, los expertos recomiendan planificar bien el viaje, desconectarse de los dispositivos electrónicos y realizar actividades que generen placer y relajación. Paseos al aire libre, hobbies o simplemente disfrutar del tiempo sin obligaciones pueden marcar una gran diferencia.






