Con un peronismo fragmentado, la escena política en Río Negro se redefine: JSRN se consolida bajo el liderazgo de Weretilneck, mientras La Libertad Avanza gana terreno como fuerza emergente. La verdadera disputa electoral quedaría entre ambos partidos.
En un panorama electoral marcado por la fragmentación del peronismo, Alberto Weretilneck se posiciona como el principal referente político en Río Negro. Su espacio, Juntos Somos Río Negro (JSRN), no solo mantiene cohesión interna, sino que también logra captar una parte significativa del voto peronista desencantado, consolidándose como una fuerza central en la provincia.
Mientras el justicialismo atraviesa divisiones y pierde peso en el escenario provincial, Weretilneck capitaliza su experiencia de gestión, su liderazgo territorial y su capacidad de articulación con distintos sectores. Así, se convierte en un punto de referencia para sectores del electorado que, si bien se identifican con el peronismo tradicional, no encuentran representación en las actuales estructuras partidarias.
Al mismo tiempo, La Libertad Avanza emerge como la novedad política, captando adhesiones en sectores más jóvenes y urbanos, con un discurso disruptivo que se apoya en el escenario nacional. Sin embargo, su falta de estructura local y dirigentes consolidados aún la ubica en una posición de crecimiento, pero no de hegemonía.
Frente a este nuevo mapa, la disputa electoral se configura en un escenario de polarización entre dos fuerzas: JSRN, con Weretilneck como figura predominante, y La Libertad Avanza como principal retador. El peronismo, en este contexto, queda relegado a un rol secundario, sin capacidad de competir con fuerza propia.
El Hornero 