La gastronomía del interior de Argentina es un reflejo auténtico de la diversidad cultural y geográfica del país. Lejos de la influencia europea más marcada en Buenos Aires, las provincias del norte, centro y sur conservan tradiciones culinarias propias que combinan ingredientes locales, técnicas ancestrales y recetas transmitidas de generación en generación. Cada región ofrece una identidad gastronómica distinta que celebra lo autóctono y lo criollo.

En el noroeste argentino, la comida se caracteriza por su fuerte herencia andina. Platos como las humitas, los tamales y el locro son parte del día a día y de celebraciones populares. El uso del maíz, la papa andina y las carnes de llama o cabra refleja la conexión profunda con la tierra. Las técnicas de cocción como el horno de barro o la cocción en ollas de hierro conservan el sabor tradicional de estos platos.

El noreste, por su parte, se distingue por la influencia guaraní. En provincias como Corrientes y Misiones se consumen alimentos como el chipá, el mbaipy (una especie de guiso espeso de maíz) y el pescado de río, especialmente el surubí y el dorado. El uso del mandioca y la yerba mate también es fundamental en la dieta cotidiana de estas regiones.

En el centro y Cuyo, la cocina se vuelve más criolla, con protagonismo de las empanadas, los asados y las conservas caseras. Mendoza y San Juan también se destacan por su tradición vitivinícola, que no solo acompaña las comidas, sino que ha dado lugar a una gastronomía pensada para el maridaje con vinos. Las recetas suelen ser abundantes, con sabores intensos y productos locales como aceitunas, nueces y frutas secas.

La Patagonia aporta otra dimensión a la gastronomía nacional, con platos que combinan lo rural y lo marítimo. El cordero patagónico asado, el salmón, la trucha y los productos derivados de los frutos rojos, como los dulces y licores, son protagonistas de la mesa sureña. La influencia de inmigrantes galeses, suizos y alemanes también se siente en la repostería regional, con tortas, tartas y panes únicos.