En la última cumbre internacional sobre el medio ambiente, celebrada en 2024, los países no lograron llegar a un acuerdo definitivo sobre el tratado global contra la contaminación por plástico. Este impasse es un reflejo de las tensiones políticas y económicas que aún persisten en torno a la gestión de los residuos plásticos. Aunque el acuerdo pretendía establecer compromisos concretos para reducir la producción y el uso de plásticos de un solo uso, los desacuerdos entre naciones desarrolladas y en desarrollo impidieron una resolución efectiva. Algunos países, especialmente los más industrializados, se mostraron reacios a comprometerse a límites estrictos en la producción, mientras que los países en desarrollo temen que las restricciones puedan frenar su crecimiento económico.

El acuerdo había sido impulsado por la urgencia de frenar la creciente contaminación por plásticos, que afecta a los ecosistemas marinos, la biodiversidad y, en última instancia, a la salud humana. En la actualidad, el plástico es uno de los contaminantes más persistentes y peligrosos, con millones de toneladas de desechos acumulándose cada año en los océanos. Los avances en la reducción del uso del plástico han sido limitados a iniciativas locales y voluntarias, sin un marco global que promueva una acción coordinada a gran escala. Los científicos y activistas advierten que sin un acuerdo vinculante, el problema solo empeorará, poniendo en riesgo los avances logrados en la protección del medio ambiente.

Fuente:
https://elpais.com/clima-y-medio-ambiente/2024-12-01/los-paises-no-logran-cerrar-el-tratado-contra-la-contaminacion-por-plastico.html

Tendencias