Las crisis económicas surgen cuando hay un colapso en los sistemas financieros, lo que genera desempleo masivo, inflación y una disminución del poder adquisitivo. Estos colapsos suelen estar relacionados con factores como la mala gestión fiscal, la deuda insostenible y las fluctuaciones del mercado global. Las consecuencias son devastadoras para los ciudadanos, que enfrentan dificultades para acceder a bienes y servicios básicos. Para superar estos períodos de recesión, se requieren políticas eficaces que promuevan la estabilidad económica y el crecimiento sostenible. La cooperación internacional y la reforma estructural son fundamentales para evitar crisis futuras.





